jueves, 15 de octubre de 2009

CONCILIO VATICANO II - CUARTO BIMESTRE


El Concilio Vaticano II fue un concilio ecuménico de la Iglesia católica siendo uno de los eventos históricos que marcaron el siglo XX. Fue convocado por el papa Juan XXIII, quien lo anunció desde el mes de enero de 1959.
El Concilio constó de cuatro sesiones, siendo la primera de ellas presidida por el mismo Papa en el otoño de 1962. Él no pudo concluir este Concilio ya que falleció un año después, (el 3 de junio de 1963). Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el Papa Pablo VI, hasta su clausura en 1965. La lengua oficial del Concilio fue la lengua latina.
Fue el Concilio que contó con más representación de todos, con una media de asistencia de unos dos mil padres conciliares procedentes de todas las partes del mundo y de una gran diversidad de lenguas y razas. Asistieron además miembros de otras confesiones religiosas cristianas.
Concilio Ecuménico Vaticano II XXI Concilio Ecuménico
Fecha de apertura:
11 de octubre de 1962
Fecha de clausura:
8 de diciembre de 1965
Reconocido por:
Católicos
CONVOCADO por Papa Juan XXIII
Presidido por
Papa Juan XXIII (1962)Papa Pablo VI (1963-1965)
Participación
2450 obispos
Tema principal
Promover el desarrollo de la fe católica.
Lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles.
Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo.
Tras un largo y duro trabajo, se redactaron 16 documentos, cuyo conjunto constituye una toma de conciencia de la situación actual de la Iglesia y define las orientaciones que se imponen.
Estos documentos son:
CONSTITUCIONES:
Dei Verbum (Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación)
Lumen Gentium (Constitución Dogmática sobre la Iglesia)
Sacrosanctum Concilium (Constitución sobre la Sagrada Liturgia)
Gaudium et Spes (Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual)
DECLARACIONES CONCILIARES:
Gravissimum Educationis (Declaración sobre la Educación Cristiana)
Nostra Aetate (Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las Religiones no cristianas)
Dignitatis Humanae (Declaración sobre la libertad religiosa)
DECRETOS CONCILIARES:
Ad Gentes (Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia)
Presbyterorum Ordinis (Decreto sobre el ministerio y vida de los presbíteros)
Apostolicam Actuositatem (Decreto sobre el apostolado de los laicos)
Optatam Totius (Decreto sobre la formación sacerdotal)
Perfectae Caritatis (Decreto sobre la adecuada renovación de la vida religiosa)
Christus Dominus (Decreto sobre el ministerio pastoral de los Obispos)
Unitatis Redintegratio (Decreto sobre el ecumenismo)
Orientalium Ecclesiarum (Decreto sobre las Iglesias orientales católicas)
Inter Mirifica (Decreto sobre los Medios de comunicación social)
http://www.youtube.com/watch?v=s2J8R3K9guE VIDEO JUAN XXIII



Bibliografía
Ralf van Bühren: Kunst und Kirche im 20. Jahrhundert. Die Rezeption des Zweiten Vatikanischen Konzils (Konziliengeschichte, Reihe B: Untersuchungen), Paderborn: Ferdinand Schöningh 2008 (ISBN 978-3-506-76388-4)
Michael Bredeck: Das Zweite Vatikanum als Konzil des Aggiornamento. Zur hermeneutischen Grundlegung einer theologischen Konzilsinterpretation (Paderborner theologische Studien, 48), Paderborn: Ferdinand Schöningh 2007 (ISBN 978-3-506-76317-4)
Alberigo, Giuseppe: Breve storia del concilio Vaticano II (1959–1965), Bologna 2005
Chenaux, Philippe: Les agents de la réception de Vatican II. Métodologie et orientations de recherche, in: Annuarium Historiae Conciliorum 33, 2001, S. 426–436

CRONOGRAMA DE PROGRAMAS DE DIANA URIBE CUARTO BIMESTRE

1. Programa del 11 Octubre 2009 "La Elegía de los Cátaros".
2. Programa del 23 Agosto 2009 "Francia , la era de los capetos y la llegada de los Vikingos".

A. Presentar dichos programas : Resumén y mapa conceptual y Dibujo IDEOGRAMA de cada uno.
B. A mano con buena ortografía.
C. Carpeta Bien Presentada.

Fecha Entrega: Semana del 3 al 9 de Noviembre. DURANTE LAS CLASES.

lunes, 12 de octubre de 2009

CONCILIO DE TRENTO

Concilio de Trento, decimonoveno concilio ecuménico de la Iglesia católica apostólica romana, que tuvo lugar, a lo largo de tres etapas, entre 1545 y 1563. Convocado con la intención de responder a la Reforma protestante, supuso una reorientación general de la Iglesia y definió con precisión sus dogmas esenciales. Los decretos del Concilio, confirmados por el Papa Pío IV el 26 de enero de 1564, fijaron los modelos de fe y las prácticas de la Iglesia hasta mediados del siglo XX.
Todo el mundo consideraba necesario, a finales del siglo XV y principios del XVI, la convocatoria de un concilio que reformara la disciplina de la Iglesia. El V Concilio de Letrán (1512-1517) fracasó en este sentido y concluyó sus deliberaciones antes de que se plantearan las nuevas cuestiones suscitadas por Martín Lutero. Ya en 1518, el teólogo alemán subrayó la necesidad de celebrar un concilio que afrontara las polémicas surgidas. Aunque numerosos dirigentes respaldaron su petición, el Papa Clemente VII temía que una reunión de este tipo pudiera favorecer la teoría que afirmaba que la autoridad suprema de la Iglesia recaía en los concilios y no en el pontífice. Además, las dificultades políticas que el luteranismo planteó al emperador Carlos V hicieron que otros gobernantes, y de forma significativa el rey de Francia, Francisco I, se mostraran reacios a apoyar cualquier acción que pudiera fortalecer el poder del emperador, liberándole de estos conflictos.
Pablo III fue elegido Papa en 1534 debido, en parte, a su promesa de convocar un concilio. Tras los fallidos intentos para que éste tuviera lugar en Mantua (1537) y en Vicenza (1538), el Concilio inauguró sus sesiones en Trento el 13 de diciembre de 1545. Con escasa participación al principio, y nunca libre de obstáculos políticos, aumentó de forma
progresiva el número de asistentes y su prestigio a lo largo de las tres fases en que se desarrolló.
FASES
1.PRIMERA FASE (1545-1547)
En muchos aspectos, esta primera fase fue la que tuvo mayor alcance. Una vez fijadas las numerosas cuestiones de procedimiento, fueron abordados los principales temas doctrinales planteados por los protestantes. Uno de los primeros decretos afirmaba que las Escrituras tenían que ser entendidas dentro de la tradición de la Iglesia, lo que representaba un rechazo implícito del principio protestante de `sólo Escrituras'. El largo y elaborado decreto sobre la justificación condenaba el pelagianismo, doctrina herética a la que también era contrario Lutero, aunque intentaba al mismo tiempo definir un papel para la libertad humana en el proceso de la salvación. Esta sesión también se ocupó de ciertas cuestiones disciplinarias, como la obligación de los obispos de residir en las diócesis de las que fueran titulares.
2. SEGUNDA FASE (1551-1552) Después de una interrupción, provocada por una profunda desavenencia política entre Pablo III y Carlos V, la segunda fase del Concilio, convocada por el nuevo Papa Julio III, centró su atención en el tema de los sacramentos. Esta sesión, boicoteada por la legación francesa, fue continuada por algunos representantes protestantes.
3· TERCERA FASE (1561-1563)
Debido a una declaración de guerra, el Concilio permaneció suspendido durante la parte final del pontificado de Julio III, así como en los años que Marcelo II y Pablo IV ocuparon el solio pontificio. Fue Pío IV quien renovó su convocatoria en 1561, cuando en España reinaba ya Felipe II, para afrontar la que sería su fase final. En las deliberaciones de esta su última etapa se impusieron las cuestiones disciplinarias, para hacer hincapié en el problema pendiente de la residencia episcopal, considerado por todas las partes clave para la auténtica aplicación de una reforma eclesiástica. El hábil legado pontificio Giovanni Morone armonizó posturas opuestas y logró clausurar el Concilio. En 1564 Pío IV publicó la Profesión de la fe tridentina (por Tridentum, el antiguo nombre romano de Trento), resumiendo los decretos doctrinales del Concilio. Sin embargo, a pesar de su duración, el Concilio nunca se ocupó del papel del pontificado en la Iglesia, un tema planteado repetidas veces por los protestantes. Entre los muchos teólogos que participaron en sus sesiones, Reginald Pole, Diego Laínez, Melchor Cano, Domingo de Soto y Girolamo Seripando, fueron los que desarrollaron una actividad más intensa en los debates. También fue muy importante la actuación desarrollada por los miembros de la Compañía de Jesús.
SIGNIFICADO DEL CONCILIO DE TRENTO.

El Concilio de Trento definió algunos dogmas incontestables: el hombre tiene libre albedrío e inclinación natural al bien; la fe se obtiene a través de las Sagradas Escrituras y se complementa con la tradición de la Iglesia, establecida por textos de Padres y Doctores de la Iglesia y concilios; la misa es un sacrificio y una acción de gracias; la eucaristía supone una transubstanciación real; la Iglesia es el instrumento querido por Dios, guiada por el Espíritu Santo es santa, católica, romana y apostólica.
También fueron acordados principios de procedimiento y disciplina: residencia episcopal; obediencia del obispo al papa (pero reconociéndose las excepciones de los estados con regio patronato, como España y Francia); condiciones del reclutamiento sacerdotal (edad, ciencia adquirida, independencia material, además de establecerse la creación de seminarios episcopales para la formación sacerdotal); invitación a las órdenes religiosas para observar sus reglas fundacionales.
Además de la resolución de cuestiones doctrinales, teológicas y disciplinarias fundamentales para los católicos romanos, el Concilio también impartió entre sus dirigentes un sentido de cohesión y dirección que se convirtió en un elemento esencial para la revitalización de la Iglesia durante la Contrarreforma. Los historiadores actuales opinan que las decisiones conciliares fueron interpretadas y aplicadas en un sentido más estricto del que pretendieron sus participantes, y algunos creen que tuvo menos importancia en el resurgimiento del catolicismo romano que otros factores. No obstante, la designación de `era tridentina' para los siglos comprendidos entre Trento y el Concilio Vaticano II, refleja la decisiva trascendencia que tuvo el Concilio en la Iglesia católica moderna.
TAREA : Con el anterior texto elaborar una sopa de letras.