domingo, 20 de septiembre de 2009

LA REFORMA PROTESTANTE GUIA N.1 Cuarto Bimestre

Causas de la reforma protestante
A) CAUSAS: Se pueden distinguir dos categorías de causas de la reforma:
1. Factores disolventes de la catolicidad de la Iglesia existentes al margen de la Iglesia:
a) Culturales:
— Individualismo en Teología y Filosofía bajo la forma de un espíritu crítico que somete a revisión no sólo las opiniones de escuela, sino incluso las fuentes mismas de la reve­lación.
— Incremento de las Ciencias de la Naturaleza, que tienden a apartarse de lo tradicional.
- Humanismo: Que se centra funda­mentalmente en una nueva concepción de la vida y lleva en sí los gérmenes de una disolución de todo el sistema religioso-cul­tural tradicional.
- Materialismo: Una de las características fun­damentales del Renacimiento, que prescin­día prácticamente de lo sobrenatural con el consiguiente indiferentismo respecto a la Iglesia y al cristianismo.

b) Políticos:
- La unidad política de la República Cristiana medieval ha desaparecido. El papado y el Imperio ya no son las autoridades rec­toras de Europa.
- Desde principios del siglo XIV el nacionalis­mo presidía la política internacional. El in­dividualismo nacional destruye todo proyec­to de acción colectiva.
- Las grandes naciones europeas se han des­vinculado del feudalismo medieval y em­piezan a caminar hacia el absolutismo.
- En Alemania, la formación de Estados terri­toriales va en perjuicio del Imperio y tam­bién del papado.
- El papado, dentro de esta creciente forma de nacionalismo europeo, empezará a considerarse como una potencia extranjera, que entra a formar parte de las ligas políticas y declara la guerra a los Reyes. El abuso de los derechos fiscales de la curia, sobre todo en Alemania, dará lugar a las quejas de los reyes y de los súbditos.

c) Económico-sociales:
- La economía del siglo XV se ve profunda­mente modificada por el desarrollo del crédito y por el continuo auge que va to­mando la burguesía, dueña del comercio.
- La nueva situación económica de Europa influyó de un modo decisivo en la misma vida interna de la Iglesia. Con la creciente devaluación del capital de la Iglesia, con­sistente en tierras dadas en feudo o en arriendo, los obispos pierden su indepen­dencia respecto a los fieles. Consecuencia de ello será la acumulación de beneficios eclesiásticos.
La pobreza obligará a los cu­ras rurales a ganarse el sustento de un modo diverso. La decadencia económica obligó a la curia romana a emplear nuevos sistemas para asegurar los ingresos necesarios al rec­to desempeño de los organismos curiales. Las quejas contra la política económica de la Santa Sede se convirtieron en la queja del siglo.
- En contraposición a las ciudades donde una burguesía rica hacía afluir grandes cantida­des de dinero, los antiguos caballeros que vivían de la guerra y los mismos campesinos viven ahora casi en la miseria. La situación de los campesinos era realmente desastrosa por los elevados impuestos y rentas que les exigían los propietarios de las tierras, en­tre los que se encontraba también la Iglesia. Las sublevaciones de los campesinos, tan frecuentes en este tiempo, tienen solamente ahí su explicación. La reputación de la Igle­sia entre estos estamentos no podía ser muy elevada.

2. Factores disolventes existentes dentro de la Iglesia:

a) Las causas decisivas de la escisión reli­giosa del siglo XVI hay que buscarlas en el in­terior de la Iglesia.
El relajamiento de la disciplina y la des­orientación doctrinal, derivados del gran cisma de Occidente, no habían sido corregidos ni por los Concilios ni por los Papas. Al contrario, habían aumentado peligrosamente.
b) Los abusos más notables existentes en el papado los hemos visto al hablar de los Papas del Renacimiento. Pueden resumirse así:
— Nepotismo.( Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos.)
— Fiscalismo curial. — Sistema beneficial.
— Escasa sensibilidad doctrinal.
— Despreocupación por la cura pastoral.
c) El fasto, mundanidad, avaricia, descuido del ministerio pastoral los encontramos tam­bién en el episcopado:
— Los obispos procedían casi todos de la no­bleza. Más que pastores de almas eran se­ñores temporales.
— La acumulación de varios obispados impe­día el cumplimiento de la obligación de re­sidir en el lugar del beneficio.
d) El clero inferior: Mientras el clero alto nadaba en la abundancia, el clero inferior se moría de hambre. Sin cultura, sin formación religiosa, sin interioridad, vivía en la ociosidad. Los obispos se despreocu­paban de su clero. La reforma de Lutero ofre­ció a muchos de ellos una buena ocasión, sobre todo en Alemania, para librarse de las obliga­ciones del sacerdocio.
e) En el clero regular existían, desde anti­guo, indicios de reforma; pero junto a los con­ventos y monasterios observantes existían mu­chos otros absolutamente relajados.
f) La situación de los fieles no era más ha­lagüeña... Para los hombres de este tiempo, la Iglesia, con todo su mundo, Papa, obispos, cu­ras, frailes, etc., era algo tan necesario para la vida como el pan de cada día; pero, por otra parte, el pueblo fiel estaba descontento de aquella contradicción existente en la unión de­masiado estrecha entre lo espiritual y lo tempo­ral.. Existen muchas manifestaciones de piedad popular; quizá más que nunca abundan las fundaciones pías, las donaciones a la Iglesia, las peregrina­ciones, etc., pero todo esto estaba vacío, no había interioridad.
Bibliografía: *Manual de la Historia de la Iglesia. Jesús Alvarez Gomez, cmf.
*Historia de la Iglesia Católica. J.Lenzenweger. ed. Herder .

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